La republica dominicana es un país rico pobremente administrado, nuestros gobernantes no han logrado entender que realmente nuestra población lo que necesita es tener asegurada su alimentación, su educación y su salud. La avaricia del presidente y de sus funcionarios y su afán de perpetuarse en el poder no los dejan realizar los proyectos que beneficiarían estos tres renglones tan importantes para el desarrollo humanos.
Veamos el primer renglón: alimentación, no creo que un país se puede desarrollar, con las tarjetas solidaridad, ni bono gas, ni con los privilegios de los empresarios del transportes; creo que el estado debe facilitarles prestamos asequibles a la población para que se desarrollen en igualdades de condiciones las pequeñas y medianas empresas, tales como panaderías, reposterías, mercados, talleres, tiendas, entre otras y no estar con las dadivas y las “botellas”, teniendo todas esas personas ociosas, sin producir, y lo que hacen en su gran mayoría es tomar alcohol con los recursos que les regalan, pues total no les ha costado ningún esfuerzo adquirirlo y como dice el refrán lo que nada cuesta hagámoslo fiesta.
En cuanto el segundo renglón: Educación, el problema es grande, pero tiene soluciones sencillas, ¿cuáles son las soluciones?, sacar la politiquerías del ministerio de educación y que esa cartera sea dirigida por personas que quieran beneficiar al país y no al partido de turno, que en la generalidades de los casos nombran lacras sociales en posiciones importantes del mismo, sin conocimiento de cuáles son sus roles y que en los peores de los casos no saben nada de educación.
Estoy convencido sin temor a equivocarme que con una administración seria y con los recursos del presupuesto que maneja educación para el pago de su personal, el sueldo base de un(a) maestro(a) no debería ser de RD$ 8,972.63, como lo es en este momento sino de algo más de RD$ 20,000.00, pero esa cartera se ha convertido en estos últimos 10 años en una guarida de políticos, creando posiciones estériles en la sede central, las direcciones regionales, en los distritos educativos y hasta en las escuelas, que absorben más del 50% de ese presupuesto, que debía dedicarse a educadores y no a personal que en vez de hacerle bien a educación lo que se convierten en retrancas para el desarrollos de los proyectos educativos.
No recuerdo quien dijo “después del pan la educación es la primera necesidad del pueblo” con lo cual yo también estoy de acuerdo, pero para que en nuestro país se imparta una educación de calidad, el maestro debe de tener un salario justo y digno, que motiven a esa población estudiantil a convertirse en excelentes maestros y no en enganchado a educadores como hay muchos en la actualidad, al maestro hay que pagarle bien para poder exigirle.
Por esta razón educación se merece lo que establece la ley 4% del PBI, con educadores con una visión clara, con un currículo realista basado en calidad y no en cantidad, como el actual en el que hacemos más énfasis en que tanto impartimos y no en si realmente se aprendió lo que se explico. Creo que con la aplicación de esta ley y haciendo lo que verdaderamente hay que hacer, estaríamos en este renglón en una mejor posición y no en la última como nos encontramos hoy día.
En cuanto al último renglón: salud, con una íntegra aplicación de la ley de la seguridad social dominicana, se resuelven los problemas de salud, pero no permitiendo que funcionarios de las ARS se apropien de los recursos de los mismos, como ha sucedido con prestadoras de servicios, por ejemplo los del SEMMA.
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